Es multitudinaria y abre el año, es la celebración de la Candelaria en Puno, a principios de febrero. Es una Virgen menuda, con un origen de leyenda, que dispone de un pomposo cortejo de cientos de diablos revestidos con mantos llenos de de bordados y piedras preciosas y máscaras alucinantes, que llenan las calles al son de bandas musicales de Perú y Bolivia; los siguen cuadrillas de kullawayas, tuntunas, y grupos de las comunidades cercanas que se presentan ataviadas con sus mejores galas. El día de la entrada y el de la octava son los más lucidos, por la ingente cantidad de conjuntos que desfilan dándole alegría y colorido. Termina la octava y se sigue con los carnavales, que desatan en las pampas altiplánicas torbellinos musicales.
En los últimos años han ido cobrando importancia los carnavales de Cajamarca, con disfraces muy llamativos que dan lugar a un movimiento interno de visitantes en pos de gozar con la fiesta. Termina con el entierro del dios Momo, después de la lectura de un jocoso testamento. Una linda ocasión para conocer la ciudad de los celajes.
Fabiola Narciso
No hay comentarios:
Publicar un comentario